Ex integrante del MVC denuncia que el sacerdote sodálite, Juan Carlos Rivva, lo manipuló cuando era un adolescente. Le aplicó pruebas sin permiso y falsificó diagnósticos para controlarlo. Ahora enfrenta acusaciones tras atacar la memoria del papa Francisco.
Carlos Díaz denunció públicamente al sacerdote Juan Carlos Rivva por abusos psicológicos. Según un testimonio publicado por el portal Religión Digital contra el mismo clérigo que criticó al papa Francisco. Rivva aprovechó su posición como líder pastoral para manipular al joven durante su adolescencia.
El abuso de Rivva comenzó en la adolescencia
Díaz tenía solo 16 años cuando se unió al Movimiento de Vida Cristiana en 1993. Estudiaba entonces en el Colegio de la Universidad Pontificia Bolivariana. Allí Rivva dirigía la pastoral y comenzó a ejercer control sobre él. El sacerdote intentó deliberadamente debilitar la relación del joven con su padre. Esta táctica formaba parte del método habitual en el apostolado sodálite.
«Me hicieron pruebas psicológicas sin avisar a mis padres», revela Díaz. Una trabajadora social del grupo, sin formación psicológica, aplicó estas evaluaciones por orden directa de Rivva.
Diagnóstico falso y manipulación de Rivva
La psicóloga Cecilia Collazos lo entrevistó brevemente en 1994. Ella era entonces superiora de la Fraternidad Mariana de la Reconciliación. Basándose en pruebas no profesionales, diagnosticó a Carlos como bipolar. Rivva utilizó este falso diagnóstico como herramienta para controlarlo.
El sacerdote lo amenazó con acabar en un hospital psiquiátrico. La única salvación sería mantener un supuesto «estado de conversión». Carlos tenía temores por sus antecedentes familiares de problemas psiquiátricos. Rivva explotó esta vulnerabilidad para someterlo a control absoluto.
La «conversión» significaba sumisión total
Díaz explica que «conversión» implicaba renunciar completamente al criterio propio. Los jóvenes debían someterse a las autoridades del movimiento sin cuestionar. Los líderes se proclamaban únicos intérpretes de la voluntad divina. Exigían obediencia total a la ideología religiosa creada por Luis Fernando Figari.
Esta manipulación dejó secuelas permanentes en Carlos. Las consecuencias psiquiátricas, psicológicas y espirituales persisten hasta hoy.
Control sobre relaciones personales
A pesar del supuesto diagnóstico, el movimiento seguía considerando a Díaz como posible recluta. Conoció a Sandra, su futura esposa, en julio de 1994. Rivva vio esta relación como amenaza para sus planes de control. Intentó restringir los encuentros de la pareja al Centro Pastoral del MVC.
El sacerdote despreció abiertamente el noviazgo cuando se formalizó. «Tu relación con Sandra no me importa», le dijo despectivamente. Enrique Elías, otro líder sodálite en Colombia, añadió: «Por los frutos se conoce el árbol. Esperemos qué frutos se dan».
Red de captación de adolescentes
El MVC constituía la rama más numerosa de la Familia Sodálite. Sus miembros, llamados «emevecistas», seguían la «espiritualidad sodálite» sin llegar a consagrarse. El movimiento funcionaba como principal campo de captación. Los sodálites buscaban adolescentes con posible «vocación» religiosa entre sus filas.
Las Agrupaciones Marianas reunían a jóvenes para este propósito. Formaban un entramado perfecto para reclutar nuevos miembros desde temprana edad.
El ataque a Francisco tras su muerte
Rivva criticó duramente al fallecido papa Francisco durante una reciente homilía. Llamó al pontífice «un difunto más» con evidente desprecio. «Si el Papa hubiera fallecido una semana antes, el Sodalicio no estaría disuelto», afirmó.
También sugirió que el papa «deberá rendir cuentas ante el Señor». Esta clara crítica apuntaba a la decisión papal de disolver el Sodalicio. La organización enfrentaba numerosas denuncias por diversos tipos de abusos.
Rivva aconsejó a otro sacerdote que tenía «sentimientos encontrados con el papa». Le sugirió predicar agradeciendo lo bueno y perdonando lo malo. Pidió orar por la «salvación eterna» del pontífice y el consuelo para su familia.
El sacerdote cuestionó el legado papal diciendo que «tuvo aciertos y errores». Afirmó que era prematuro evaluar su pontificado y que «la historia lo juzgará». Concluyó pidiendo misericordia divina porque el papa «tendrá que rendir cuentas de sus acciones».
Patrón sistemático en Colombia
Enrique Elías y Juan Carlos Rivva dirigieron juntos el SVC en Colombia durante años. «Muchas personas sufrieron abusos bajo su liderazgo», asegura Díaz. Su testimonio revela un patrón sistemático que trasciende casos aislados.
El papa Francisco disolvió el Sodalicio meses antes de morir. La decisión llegó tras años investigando denuncias de abusos psicológicos y sexuales. Luis Fernando Figari, fundador del grupo, fue uno de los primeros expulsados. Las acusaciones contra él se remontan a inicios del 2000. El Sodalicio pidió «perdón por los maltratos y abusos cometidos» en la comunidad.