En otro lenguaje
Por: Jaime Asián Domínguez

Una prestigiosa consultora internacional de medios recomienda que los periodistas, en las cada vez más raleadas salas de redacción o en los puntos de trabajo remoto, siempre deben tener al frente de sus laptops o computadoras -o de sus ojos- un abanico de rostros que sinteticen las múltiples audiencias a las que se están dirigiendo, en este caso el variopinto Perú nuestro de cada día.
Y es que, en efecto, nunca hay que olvidar para quiénes se está escribiendo, cualesquiera sea la plataforma, y enfundarse en sus preocupaciones de vida con preguntas sobre la mesa que ellos se harían en busca de obtener respuestas que les permita entender determinada problemática social, como por ejemplo la arremetida inexorable de la criminalidad en todas sus modalidades que nos tiene contra las cuerdas.
Dicho de otro modo, la gente quiere que los periodistas repreguntemos en su nombre, que recojamos el sentir de las calles, plazas y esquinas (aunque ahora ya no se puede salir ni a la puerta), y el cuestionario coyuntural ciudadano dista mucho de las sandeces que inquieren a los citados las comisiones siempre vacías del Congreso. No había un gato, salvo el presidente Juan Burgos, el día que el cirujano plástico de Dina Boluarte, Mario Cabani, se presentó en Fiscalización. Qué tal cuajo.
La mayoría de las bandas de extorsionadores tienen como cabecillas a delincuentes extranjeros. Pregunta 1: ¿Por qué diablos no los botamos con una patada en las cuatro letras? A grandes problemas, grandes soluciones. Pregunta 2: ¿Por qué no se le reduce el presupuesto a este deslegitimado Parlamento y, con ese dinero, se equipa y adiestra a la Policía Nacional? La inteligencia no se compra en ningún Tambo. Pregunta 3: ¿No es hora de convocar a un gabinete anticrimen de policías y militares pensantes que con estrategia suministren información de cómo parar este baño de sangre?
Y el pronóstico para adelante es desalentador, incluso ya extorsionan a las viviendas para brindarles ‘seguridad’. Pregunta 4: ¿Están esperando que nos cobren cupos por el aire que respiramos para tomar una drástica decisión? Bukele ha metido a El Salvador delincuentes de toda laya y la gracia nos saldría cara. Pregunta 5: ¿No creen ustedes que lo que debemos imitar es la dureza con que se castiga el delito en cárceles que no estén en las manos blandengues del INPE?
Esta situación de ¡sálvese quien pueda! debe terminar. Pregunta 6: ¿No llegó la hora de que, finalmente, los peruanos votemos bien y sentemos en Palacio a un estadista con cojones para la resolución de los problemas?
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“La gente quiere que los periodistas repreguntemos en su nombre, que recojamos el sentir de las calles, plazas y esquinas…”.