En un nuevo capítulo de la guerra comercial, el presidente estadounidense soporta su postura ante las medidas defensivas de Beijing.
La confrontación comercial se intensifica
Donald Trump ha elevado la tensión en la guerra comercial con China al amenazar con imponer un arancel adicional del 50% sobre productos chinos si Beijing no elimina sus recientes tarifas defensivas del 34%. Esta escalada ocurre en medio de un desplome en los mercados financieros globales y crecientes temores sobre una posible recesión mundial provocada por este enfrentamiento entre las dos mayores economías.
China responde con medidas equivalentes
El gobierno chino confirmó el viernes la implementación de tarifas defensivas del 34% sobre productos estadounidenses, igualando exactamente las anunciadas por la Casa Blanca el 2 de abril. Esta acción refleja la estrategia de Beijing de responder simétricamente a las medidas proteccionistas de Washington, rechazando someterse a las presiones de la administración Trump.
Cancelación de diálogos diplomáticos
En un movimiento que complica las posibilidades de resolución del conflicto, Trump confirmó la cancelación de reuniones solicitadas por parte de China para negociar sobre la situación comercial. Sin embargo, afirmó que otros países comenzarían a negociar inmediatamente con Washington, en un aparente intento de aislar comercialmente a Beijing.
Trump rechaza cualquier tregua arancelaria
«Es la única oportunidad que tendrá nuestro país de volver a poner las cosas en su sitio. Porque ningún otro presidente estaría dispuesto a hacer lo que yo estoy haciendo», declaró Trump a los medios en la Casa Blanca. A pesar de las advertencias de los economistas y el nerviosismo en los mercados, el presidente estadounidense rechazó considerar una pausa en la aplicación de los aranceles.
Impacto global de la confrontación
El enfrentamiento entre Washington y Beijing ha provocado fuertes caídas en los mercados financieros mundiales. Los analistas económicos advierten que esta escalada arancelaria podría desencadenar una recesión global, afectando especialmente a las economías dependientes del comercio internacional.
La nueva amenaza de Trump establece el 9 de abril como fecha límite para que China elimine sus aranceles, lo que deja un estrecho margen para encontrar una solución diplomática al conflicto. Mientras tanto, los consumidores de ambos países ya comienzan a sentir el impacto del aumento de precios en productos importados, consecuencia directa de las medidas proteccionistas.