Jaime Freundt López
Experto en Comercio Exterior y Asesor político
En una época donde la imagen lo es todo, el desafío más grande es servir sin buscar aplausos. La política convertida en espectáculo es el cáncer de las democracias modernas. Necesitamos líderes que vivan su vocación en silencio, que renuncien sin conferencias de prensa y que sirvan sin publicar cada gesto. La ética silenciosa es la única que convence. Todo lo demás es teatro.
Políticos de vitrina
En tiempos de redes sociales, la política se ha convertido en un reality show donde cada gesto se graba, cada lágrima se comparte y cada acto de supuesto desprendimiento es parte de una coreografía bien ensayada. El político moderno no renuncia realmente, solo escenifica su renuncia para la foto.
El verdadero servicio público no necesita reflectores. Los actos sinceros de desprendimiento y austeridad suelen ocurrir fuera de cámaras, en oficinas discretas, lejos del griterío mediático. Quien sirve de verdad, no necesita mostrar cada paso. Quien necesita exhibirse, es porque duda de su propia vocación.
La política del espectáculo es la peor de las farsas, porque convierte la ética en utilería y la coherencia en guión. Nuestro país no necesita más actores en campaña, necesita líderes de carne y hueso, con convicciones reales, capaces de vivir su austeridad sin aplausos y de construir sin buscar trending topics.
Falsa transparencia
Muchos políticos predican la transparencia y graban cada centavo que donan, cada beso que dan y cada vez que dicen “no robar”. Esa teatralidad convierte la ética en mercadería, la honestidad en campaña y la austeridad en un show. El verdadero liderazgo ético es silencioso. No busca reconocimiento, busca resultados. No necesita marketing, necesita coherencia. El show cansa, la verdad convence.
Servir sin cámaras: el último acto de dignidad
En un mundo hiperconectado, renunciar a la exposición es casi revolucionario. Los líderes que sirven sin buscar reflectores son cada vez más escasos. Y es justamente esa escasez la que hace que el pueblo ya no crea en nadie.
Quien puede resistir la tentación de convertir cada gesto en contenido viral, es quien realmente sirve. Los grandes cambios nacen en el silencio del trabajo serio, no en la estridencia del show político.
Aforismos
- El que necesita cámaras para servir, no sirve.
- La ética no se exhibe, se practica.
- Quien vive para la foto, muere por la imagen.
- La transparencia no es teatro, es convicción.
- El verdadero político trabaja mejor fuera de cámaras.
- El que presume su honestidad, probablemente miente.
- El silencio es el lenguaje de la verdadera vocación.
- La austeridad que necesita aplausos es marketing barato.
- La política de vitrina es la ruina de la democracia.
- La obra más grande de un político es la que nadie ve.
Propuestas
Crear un Pacto de No Espectacularización de la Política, donde autoridades se comprometan a no convertir actos de servicio en campañas personales.
Promover un Sistema de Métricas Silenciosas, donde las obras y gestos de austeridad de los funcionarios se registren, pero sin difusión mediática.
Establecer un Observatorio de Falsas Renuncias, que analice y exponga cuando los políticos convierten actos éticos en publicidad electoral.
Incorporar en la Ley de Transparencia una cláusula anti-show, que prohíba el uso de recursos públicos para difundir acciones personales de austeridad.
Crear la figura del Servidor Silencioso, un reconocimiento ciudadano a quienes, sin alarde, hayan demostrado una vida de servicio y desprendimiento real.
El Autor
Jaime Freundt López es un líder político visionario y comprometido con construir un Perú moderno, justo y solidario. Su enfoque se basa en tres pilares fundamentales: la honradez, la transparencia y el trabajo. Con una sólida trayectoria en gestión pública y comercio exterior, Freundt busca modernizar instituciones y fortalecer la participación ciudadana para crear un Perú más equitativo, descentralizado y próspero.
El liderazgo de Jaime Freundt (JFT) está orientado a generar cambios positivos y sostenibles en beneficio de todos los peruanos, promoviendo la justicia social, la educación y la salud como derechos fundamentales. Además, se enfoca en impulsar el desarrollo económico sostenible, la innovación y la competitividad, para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y posicionar a Perú como un país líder en la región.
JFT también se compromete a fortalecer la democracia y la gobernabilidad, promoviendo la participación ciudadana y la transparencia en la gestión pública. Su visión es construir un Perú donde todos tengan oportunidades y puedan desarrollar su potencial, en un ambiente de paz, seguridad y respeto a los derechos humanos.
