TITULAR DEL MTC, RAÚL PÉREZ REYES, QUIERE SORPRENDER AL PAÍS DE QUE LA MAFIA DE ODEBRECHT Y EL CLUB DE LA CONSTRUCCIÓN ES COSA DEL PASADO
ADMITE QUE EL MTC “ha sido coto de caza” de la corrupción, pero continúa favoreciendo a Graña y Montero
TITULAR DEL MTC, RAÚL PÉREZ REYES, QUIERE SORPRENDER AL PAÍS DE QUE LA MAFIA DE ODEBRECHT Y EL CLUB DE LA CONSTRUCCIÓN ES COSA DEL PASADO
ADMITE QUE EL MTC “ha sido coto de caza” de la corrupción, pero continúa favoreciendo a Graña y Montero
El ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes, en su afán de marcar distancia de sus antecesores, reconoció que la corrupción de la empresa Odebrecht y del denominado Club de la Construcción dominó su sector, gracias a su cercanía con el poder de turno. Sin embargo, su interés en promover una vía que partiría la ciudad de Chancay, revelaría que el poder de Graña y Montero (Norvial S.A), integrante de aquel infame grupo, continúa presente en las decisiones del ministerio.
En el marco de la campaña “Conectando al País con Integridad” emprendida por su sector, Pérez Reyes tuvo un arranque de inusual sinceridad: “Nuestro país, nuestro ministerio (Transportes y Comunicaciones) concretamente, no ha sido testigo, sino ha sido pasible, precisamente de muchas investigaciones, de intervenciones por parte de la fiscalía, no una, sino varias veces a lo largo de distintas
gestiones vinculadas justamente con actos presumibles de corrupción”.
Tal vez lo dice por la exviceministra de Transportes, Fiorella Molinelli, investigada por el caso de Chinchero; o su ex jefe, el expresidente Martín Vizcarra, también ministro de Transportes y Comunicaciones; o la pupila de éste, Paola Lazarte, impulsora de los cuestionados Acuerdos de Gobierno a Gobierno (G2G) con Francia; Carlos Paredes o Enrique Cornejo. ¿Por qué ahora, en su gestión, la historia es diferente? Pregunta casi imposible.
Previamente, el exministro de la Producción del gobierno del “Lagarto”, al reflexionar respecto a la importancia de la integridad y la lucha contra la corrupción en el sector, evidenció que lo suyo es la economía y no la historia, al tildar a Luis XIV, el rey de Francia, de ser un “famoso tirano”. Sería importante recordarle que en aquella época predominaba en Europa el absolutismo.
“Hacía muchos años un famoso tirano Luis XIV dijo que el día que se creó el ministerio de obras públicas se creó la corrupción. Luis XIV es bastante antiguo, yo con esto quiero establecer (que) la relación entre la obra pública y la corrupción es muy antigua”, aseguró ante sus impávidos directores.
“Tristemente (la corrupción) forma parte de las malas costumbres que habitan en la generación de proyectos de infraestructura de obra pública. Uno de los casos más emblemáticos de corrupción de nuestro país en los últimos años ha estado vinculado justamente a la empresa brasileña Odebrecht, concretamente hay que llamar las cosas por su nombre, y al Club de la Construcción, pasó por este ministerio”, afirmó.
“¿Por qué digo esto? Lo digo porque tenemos que tomar en cuenta que la falta de integridad en algún momento fue el signo de muchos gobiernos de nuestro país y que este ministerio fue el vehículo a través del cual algunos creyeron que podrían obtener recursos. Y no es casual que muchos ministros de este ministerio eran grandes amigos del poder de turno”, expresó Pérez Reyes Espejo.
A CONFESIÓN DE PARTE
En los siguientes minutos, largos para algunos, el ministro continuaba con su ataque de franqueza. “(…) Militantes del partido de gobierno, ¿Verdad? Solo tienes que pensar en los últimos treinta años y piensa quienes estuvieron aquí, y van a descubrir que en la mayor parte de los casos todos ellos eran personajes vinculados al poder. Este ministerio era el coto de caza de quien ejerció el poder durante muchos años en este país. “Ustedes me conocen, saben que yo he sido invitado en esta gestión. La presidenta no quiso tener en este ministerio a alguien de su entorno, sino al contrario. Yo he sido un tecnócrata invitado al ministerio, al igual que los dos viceministros. No estamos ejerciendo ninguna militancia ni representación de nadie”, deslindó.
“La presidenta ni a mí, ni a ninguno de los viceministros, ni a ninguno de ustedes, se les ha pedido un favor, una contratación, nada, y así va a ser hasta el 28 de julio de 2026, porque somos un gobierno que trabaja con las manos limpias, mostrando las manos. Por eso es importante tener este compromiso con la integridad”, culminó.
La oculta intención, de hablar en tiempo pasado, es deslindar de su ex jefe, el expresidente Martín Vizcarra, procesado por diversos delitos, atrapado en un callejón sin salida, luego de que varios testigos confirmaran que exigía el pago de coimas en su periodo como gobernador de Moquegua. Pero también del denominado Club de la Construcción, compuesto, entre otros, por Graña y Montero, propietaria de Norvial (ahora Red Vial 5), empresa responsable de administrar y dar mantenimiento al tramo de 180 kilómetros de la ruta Ancón – Huacho – Pativilca de la Carretera Panamericana Norte, y que, ahora, bajo la gestión de Pérez Reyes, pretende construir una vía en la ciudad de Chancay, sin criterios técnicos ni urbanísticos.
MTC quiere imponer a Norvial en Chancay
Una importante razón de la crítica a la propuesta de la cartera de Pérez Reyes es que la Vía de Evitamiento del MTC en Chancay le costará al Estado dos mil millones de soles más que la opción del MVCS, que saldrá del bolsillo de los peruanos. La propuesta del MVS, ante cualquier
problema de afectación de suelo, tiene la ventaja de poder cambiar su trazo fácilmente, por la amplitud del terreno para proceder con los cambios, debido a su naturaleza rural y extensa superficie. Por el contrario, la opción del MTC se confina entre el acantilado y la actual Panamericana, en un ancho de 600 metros, además de estar limitadas por las industrias y viviendas ya existentes en esta zona costera.
Además de lo cuestionado, se suman otras críticas. Un punto importante es que la carretera que propone el MTC se ubica en zonas de valor de suelo que es quince
(15) veces más costosa (S/ 1200 por m2) que por la parte que propone el MVS (S/ 80 por m2). Esto genera que la opción del MTC cueste S/ 1300 millones más.
De acuerdo a estudios, la mayoría de las ciudades costeras del país tiene vías de evitamiento que se encuentran al este de las áreas urbanas, alejadas de la costa para no limitarse. En los países desarrollados han destruido carreteras en la costa para recuperar áreas verdes, comercio y turismo, como el caso de Boston, Río de Janeiro, San Francisco, Barcelona, entre otras.