“Quien usa el Estado para sus intereses vive en la deslealtad”
El arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo, aseguró que la iglesia Católica no usurpa el espacio político y se aleja del mismo para predicar la fe entre todos, no para imponerla, y que la frivolidad es un “grave problema espiritual con el que todos vivimos”.
Durante la Misa y Te Deum en la Catedral de Lima por Fiestas Patrias, el religioso enfatizó que Jesús busca inspirar con sus enseñanzas y no pretende hacer un país, gobierno o partido católicos. Además, llamó a forjar un Perú verdaderamente democrático que combata la corrupción y promueva el bien común.
El arzobispo de Lima, lanzó un fuerte llamado a la reflexión sobre la situación actual del país, subrayando la necesidad de fortalecer un Estado verdaderamente democrático y de combatir la corrupción y la evasión tributaria, durante su homilía en el marco de la solemne Misa y Te Deum en la Catedral de Lima
Monseñor Castillo enfatizó -en presencia de la presidenta Boluarte, congresistas y de ministros de Estado- que aquellos que utilizan el Estado para sus propios intereses, corrompiendo sus instituciones, viven en una “deslealtad institucional“.
“La exclusión persiste a pesar de la producción masiva de alimentos, y se necesita un cambio estructural para incluir a los más vulnerables”, señaló, resaltando la urgente necesidad de reformas profundas para combatir la pobreza y la desigualdad en el país.
El prelado también destacó cifras alarmantes que reflejan la grave situación social en el Perú, mencionando que el 43% de los niños sufren de anemia y el 51% están amenazados por el hambre.
Además, más de 10 millones de peruanos carecen de acceso a agua potable y servicios básicos de saneamiento, mientras que el 18% de los jóvenes no estudian ni trabajan, lo que representa un reto significativo para el futuro de la nación.
Durante la ceremonia, Monseñor Carlos Castillo compartió un mensaje del Papa Francisco, quien envió un mensaje de esperanza y un llamado a un amplio diálogo para la reconciliación y la construcción de una sociedad más unida y fraterna.
El arzobispo también se dirigió a los jóvenes, instándolos a regresar al país con el conocimiento adquirido en el extranjero para contribuir a su desarrollo. “La lucha anticorrupción y la promoción de iniciativas innovadoras son esenciales para el progreso de la nación”, subrayó.