El cáncer de mama es el segundo tipo de cáncer más común en el Perú y uno de los más mortales. Por ello, la Dra. Arielle Medford, del Massachusetts General Hospital, explica cómo podemos prevenir y detectar a tiempo esa enfermedad.
Una de las principales preocupaciones de salud femenina es el cáncer de mama. Se trata del segundo tipo de cáncer más común en Perú, ocupando casi el 10% del total de casos y más del 18% entre mujeres; generando más de 1,800 muertes cada año según el Global Cancer Observatory. Por ello, la Dra. Arielle Medford, especialista en Oncología Médica en el Centro de Cáncer de Massachusetts General Hospital, comparte cuatro puntos clave para prevenir y detectar el cáncer de mama.
* Factores que influyen en el desarrollo de cáncer de mama
“El cáncer es un término que usamos para definir a las células que crecen sin obedecer las reglas del cuerpo. Esto es causado por mutaciones en el ADN de las células. Si hay mutaciones heredadas, es más fácil desarrollar el cáncer. Por ejemplo, mutaciones en los genes BRCA 1 y BRCA 2 suceden en 5-10% de los casos de cáncer de mama, y con estas mutaciones hay más riesgo. Pero por lo general, no hay riesgo conocido de ello antes del cáncer de mama”, explica.
* De acuerdo con la especialista, estas mutaciones pueden ser generadas por diferentes factores:
La mayoría de los casos de cáncer ocurren a mayor edad. Se estima que en América Latina y el Caribe el 68% de los casos sucede en mujeres mayores de 50 años, según la OPS.
Antecedentes familiares: si se tiene un familiar directo que ha padecido cáncer de mama, se incrementa la probabilidad de desarrollarlo, por lo que la prevención se vuelve importante.
Exposición a la radiación: si una persona ha recibido radiación como tratamiento para otro tipo de cáncer, es posible que esto genere mutaciones que promuevan el desarrollo de cáncer de mama.
Factores controlables: está comprobado que el consumo de alcohol y la obesidad pueden promover el desarrollo de cáncer de mama, por lo que es importante controlar estos dos factores.
* ¿Qué pruebas debes hacerte y con qué frecuencia?
“Las herramientas de detección más utilizadas son la mamografía y la resonancia magnética. La segunda se utiliza solamente en mujeres jóvenes, ya que tienen senos más densos, lo que puede limitar la eficacia de una mamografía”, señala la especialista, y agrega que la diferencia entre ambas pruebas consiste en que las mamografías utilizan rayos X, por otro lado, las resonancias magnéticas utilizan imanes. En cada una se observa el seno en manera distinta, por lo que la recomendación es intercalar una prueba cada año para pacientes jóvenes.
La Dra. Medford indica que, para mayores de 40 o 50 años se recomienda solo usar las mamografías, debido a que son efectivas a mayor edad, ya que el tejido del seno se vuelve menos denso, lo que hace más fácil visualizar y detectar cualquier anomalía.
En el caso de la autoexploración, es recomendable solo para monitorear cambios en las mamas y entonces consultar a un médico; sin embargo, esta no reemplaza el uso de tecnologías de detección como las antes mencionadas.
En cuanto a la periodicidad, dependiendo los factores de riesgo y la toma de decisiones con los médicos, se recomienda realizarlas cada año a partir de los 40 a 50 años. Pero si hay alguna mutación genética conocida o antecedentes familiares, las evaluaciones pueden comenzar desde edades más tempranas.
Las pacientes mayores de 75 deben consultar con su médico la necesidad de seguirse realizando o no pruebas de detección.
* Tratamiento: de la cirugía a la recurrencia
La Dra. Arielle Medford señala que cuando una paciente es diagnosticada con cáncer de mama, existen varias etapas durante su tratamiento:
Los pacientes con cáncer solamente en el seno deben realizarse una lumpectomía o mastectomía, en la cual se retira el cáncer, tejido mamario anormal y al menos un ganglio linfático (o más si hay cáncer en estos).
En caso de la lumpectomía, dónde solamente se retira el tumor, todos deben recibir radiación. Si los ganglios linfáticos están involucrados cuando hay cirugía, los pacientes deben recibir radioterapia, ya que ayuda a reducir la probabilidad de que el cáncer regrese al seno o si se ha propagado a otras partes del cuerpo. La mayoría de los pacientes debe tomar medicamentos antes y/o después de la cirugía, pero no necesariamente se trata de quimioterapia.
* Mamografias
Para los pacientes que ya superaron el cáncer, se recomienda realizarse mamografías cada año para descartar una posible recaída. “Sin embargo, en Massachusetts General Hospital estoy liderando un proyecto de investigación donde, a través de muestras de sangre, buscamos identificar cáncer residual en el ADN de los pacientes”, indica la profesional de la salud. “Esta investigación aún se encuentra en el proceso de ensayos médicos, pero esperamos que en el futuro pueda aprobarse para ayudar a los pacientes a recibir medicamentos aún más precisos, ya que sería más fácil identificar qué pacientes tienen mayor riesgo de volver a desarrollar cáncer de mama”, explica.
Dependiendo de cada tipo de cáncer, se puede estimar la probabilidad de una recaída o recurrencia, por ello, fomentar la investigación en procedimientos que ayuden a detectar de forma más efectiva la existencia de cáncer residual, es importante para impulsar el éxito y la superación del cáncer de mama.
Concientizar sobre el cáncer de mama
Hablar con su médico y realizarse pruebas de detección es importante para prevenir e identificar de manera oportuna los riesgos de desarrollar cáncer de mama. Se estima que para 2040, en el continente americano, se incremente el número de mujeres diagnosticadas con Cáncer de mama en un 39%, mientras que las muertes aumentarían en más de 52%, según la OPS. Por ello, es importante generar estrategias para la detección temprana.
Detección a tiempo
“Cuando el cáncer se detecta a tiempo, las probabilidades de superarlo aumentan, pero cuando ya se encuentra en etapas avanzadas, como la metástasis, es más difícil curarlo, por lo que solo se aspira a un tratamiento para controlarlo. Es entendible que puede existir mucho miedo alrededor del cáncer, pero si se trabaja en conjunto, entre doctores y pacientes, para crear una cultura de prevención e investigación y desarrollo de nuevos tratamientos, existe también la esperanza de mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias”, concluye.