Editorial
Reactivación con precaución
El presidente Martín Vizcarra ha adelantado que los días lunes 27 y miércoles 29 de julio serán declarados laborables en el ámbito nacional y solo el martes 28 de julio, día central de nuestro aniversario patrio, será considerado feriado. La medida es razonable por cuanto la economía se ha visto seriamente afectada por la pandemia de Covid- 19, y en vista que no es posible realizar la Gran Parada y Desfile Militar porque debe evitarse aglomeración de personas. Las normas correspondientes deben estar publicándose en los próximos días.
Esta medida, además, es acorde con el reclamo de empresarios y comerciantes que han venido pidiendo al Gobierno la reapertura de empresas y negocios porque es difícil seguir sosteniendo no solo las planillas sino también el pago de alquileres de los locales comerciales. Al respecto, tras advertir que hemos estado mucho tiempo con la economía paralizada, el jefe de Estado ha manifestado que en este mes de julio se va a poner todo el esfuerzo para generar más trabajo y por eso necesitamos aprovecharlo al máximo.
El problema del coronavirus ha afectado económicamente a amplios sectores de la población debido a que un 72% labora en la informalidad y, partiendo desde ese punto de vista, era necesario comenzar a reactivar la economía. No obstante, como las empresas y el comercio no son islas ni entelequias ha sido casi imposible reabrir por etapas. Una empresa necesita de las otras para la adquisición de insumos y para el transporte de las mercaderías. Sin embargo, todo esto se justifica únicamente por la necesidad de preservar los puestos de trabajo.
Ojalá que el Gobierno sepa cumplir también con su obligación de preservar la salud y la vida de las personas. Las autoridades deben mantenerse vigilantes de la evolución de la curva de contagios, habida cuenta que nuestro precario sistema de salud está prácticamente colapsado. Al parecer, vendría registrándose un aumento de nuevos casos desde el 1 de julio y las autoridades deben estar en permanente alerta para corregir lo que sea necesario a fin de que no se incremente el número de fallecidos. Reactivación sí, pero con precaución.
Editorial
A cuidarse solos

Preocupados se han mostrados los médicos especialistas con las variantes de la pandemia porque ahora los contagios no afectan únicamente a determinados grupos etarios, sino que se propagan sin distinguir entre niños, tercera edad o jóvenes. Es por esa razón que a principios de año los hospitales tuvieron una mayor demanda por parte de adolescentes tras las fiestas de fin de año. Sin embargo, las autoridades del Ministerio de Salud hasta ahora no han reaccionado al respecto y, al parecer, siguen confiando en que no se incremente demasiado la demanda de camas UCI.
Sin embargo, la ciudadanía sí debería tener reacciones más rápidas que el Ejecutivo para reducir al máximo la posibilidad de un contagio, pues en ese caso habría que tener mucha suerte para ser atendido en algún hospital público. Pero aun así, hay regiones en las que no se contaba con oxígeno para los pacientes internados. Las necesidades son muchas en los hospitales del Minsa y de EsSalud, pero la mayor de ellas tiene que ver con las limitaciones en lo que a personal médico y técnicos de salud se refiere.
Hablando en buen romance, ya no podemos confiar en nuestra buena suerte de que no nos toque el virus, tenemos que poner de nuestra parte para prevenir la posibilidad de un contagio. Los hospitales han colapsado y no es broma. Aunque un poco tarde, el Minsa ha comenzado a admitir la llegada de la segunda ola de Covid-19 y ha pedido a la ciudadanía seguir cumpliendo con las medidas de prevención y los protocolos establecidos para contener la propagación de la enfermedad. En otras palabras, los hospitales están saturados de pacientes al tope de su capacidad. Es eso en el fondo.
Por ello, es menester recordar que todos estamos en la obligación de usar de forma correcta la mascarilla al salir a la calle, mantener la distancia física de dos metros entre persona y persona, practicar frecuentemente el lavado de manos con abundante agua y jabón durante al menos 20 segundos, y a falta de estos dos elementos desinfectarse las manos con alcohol en gel. Asimismo, debemos usar protector facial cuando hagamos uso del transporte público. De esa manera, no solo nos protegeremos, sino que lo hacemos también con los grupos más vulnerables.
Editorial
¿Gobierno sin oxígeno?

Al parecer la pandemia de Covid-19 está dejando sin oxígeno al Gobierno, pues el Ejecutivo está reaccionando algo tarde. Ha dicho la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, que aún se está coordinando con las autoridades regionales para vver qué provincias de los departamentos afectados están en una situación más crítica que amerite medidas restrictivas. Sin embargo, el virus no da tanto tiempo, menos aún la variante británica, que según ha alertado el primer ministro de ese país, Boris Johnson, podría estar asociada a una mayor mortalidad.
Entendemos que el Gobierno quiera evitar paralizaciones inútiles de nuestra economía, sobre todo en un momento como el que estamos atravesando en que no solamente el Perú, sino que toda la región ha sufrido una reducción importante en el volumen del intercambio comercial. No obstante, se requiere de reacciones más rápidas para evitar un incremento exponencial de los casos de coronavirus, máxime cuando ahora la pandemia afecta en mayor medida a los adolescentes e inclusive a niños. Es un virus que no da tregua y no descansa. Las autoridades tampoco pueden darse el lujo de esperar mucho tiempo para actuar.
Pero lo más importante, es que en estos momentos el Gobierno disponga de mayores recursos para el sector salud, de tal manera que se pueda contratar médicos intensivistas y técnicos especializados en atención a pacientes de las unidades de cuidados intensivos. No se trata pues de pedir compras de equipos sin tener quien pueda atenderlos. Es necesario incrementar el número de profesionales de la salud para la atención a los pacientes Covid, pero de igual manera ya hay que ir buscando el personal necesario para la vacunación masiva desde el primer momento en que lleguen las dosis adquiridas.
Sorprende, también, que Lima, siendo la capital y con una población que representa casi un tercio del total nacional ya no cuente con camas UCI y que haya regiones como Huánuco que se hayan quedado sin oxígeno cuando era muy simple haber dotado a todos los hospitales de plantas que aseguren ese vital insumo médico. Tiempo de sobra hubo para hacerlo, pero faltó la decisión política para prever todos esos equipos que ahora hacen falta en los hospitales.
Editorial
Elecciones el 11 de abril

Sobre el pedido del partido Somos Perú para aplazar la fecha de votación, del 11 de abril al 23 de mayo, la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, ha recordado que las elecciones ya están convocadas y ha informado que el Ejecutivo se ha reunido con los organismos electorales para ver el proceso y la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) ha adoptado siete protocolos para garantizar que la jornada electoral sea segura en términos de salud pública.
En realidad, la legislación no contempla una situación como la que estamos viviendo porque nadie podía imaginar una circunstancia como la de una pandemia de un virus tan agresivo y masivo como el Covid-19. El problema tendría que ser examinado desde un punto de vista más pragmático. ¿Retrasar 40 o 41 días las elecciones podría servir de algo? Tratándose del Perú, la respuesta es negativa, pues ni siquiera tenemos fecha exacta para la llegada de las vacunas, que sería lo único que podría dar mayor seguridad a la ciudadanía que acudirá a expresar su voluntad en las urnas.
Sin embargo, se requiere de la aplicación rigurosa de esos protocolos de bioseguridad que, por suerte, ya han sido aprobados y que las autoridades electorales están obligadas a exigir que se cumplan porque de ello depende la salud de buena parte de la población. De otro lado, la ciudadanía debe colaborar usando correctamente la mascarilla al salir a la calle y el protector facial al abordar las unidades del transporte público de pasajeros. Además, hay que recordar que también debemos lavarnos frecuentemente las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Por último, mantener la distancia física entre persona y persona.
Estas medidas de bioseguridad serán las únicas que nos permitirán estar seguros en la calle y otros lugares. No crean que las vacunas con mágicas, pues luego de la primera dosis hay que esperar 21 días antes de recibir la segunda dosis, pues de lo contrario la vacuna no funcionará. Como vemos, una postergación tan corta no serviría de nada, y por último, el presidente está facultado a convocar los comicios, pero no a postergarlos, según ha recordado el politólogo Fernando Tuesta Soldevilla.
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