Especial
Otro año bajo amenaza

Luis Manuel Ormachea Azpilcueta
Como en marzo de 2020 ahora nos vemos bajo la amenaza de ser nuevamente acuartelados en nuestros domicilios convertidos en reductos de incertidumbre familiar y objeto de obligatoria, insufrible cháchara oficial informativa (esta vez la CONFIEP estimula nuestra curiosidad trayéndonos al tabladillo de la aldea a un charlatán de pañoleta al cuello cuyo mejor apuro es un Vallejo difamado y de hule).
Quizás sea imposible exigir a los administradores del Estado burgués ninguna iniciativa (distinta a la que implementó para saquearnos el año pasado) que nos permita emerger a pesar de la enfermedad, emerger como hasta ahora: a bordo de la informalidad que cubre los espacios dejados en blanco por el ejercicio siempre deficiente de ese Estado y concentrado apenas en la represión del cambio necesario y la exacción tributaria practicada sólo contra los pequeños agentes de la economía nacional.
Difícil exigirles promover unadistritalización de la vigilancia sanitaria y del reparto de la asistencia básica, como imposible exigir que esa asistencia sea abastecida con productos de origen local (para no mermar nuestros reductos agrarios siempre atacados por la minería transnacional) ni descapitalizar la incipiente industria artesanal que les agrega valor y favorece al trabajador con mano de obra mejor pagada en comparación con la que ofrecen las mafias tercerizadoras.
Muy difícil exigir que los piquetes de conscriptos y reservistas se distribuyan, no como adornos de los ‘moles’ sino en nudos de acuerdo y auxilio vecinal, porque el contacto horizontal entre un peruano armado, (despierto pero cándido como lo son esos jovencitos que sueñan recuperar ‘arica’ mientras ante sus ojos la gasolina y los ranchos fluyen clandestinos y dolosos a borbotones hacia los vientres de la oficialidad) y otro peruano despierto de pronto a su condición de agraviado por un delito cuyos hechos se han ido desarrollando los últimos quinientos años, hace aflorar en la alta burguesía una temerosa, inaceptable sospecha de insurrección popular.
Y, entre nosotros, ¿podríamos exigirnos la voluntad de romper los cercos represivos cuando advirtamos cómo de nuevo se diluye inútilmente el presupuesto nacional, y las divisas obtenidas por el ‘inapropiado’ endeudamiento externo son desviadas hacia la reactivación de la banca offshore que los peruanos parecemos obligados a fortalecer solidariamente? ¿Coordinarán una acción preventiva y conjunta nuestras dirigencias (del campo y la ciudad) cuando vuelvan a ser adelgazados los derechos laborales del pueblo trabajador y la educación vuelva a ser puesta en ridículo mientras se discute perversamente acerca de la naturaleza del Derecho Humano expropiándolo, liberalizándolo, subordinándolo al circuito comercial, y se diseña ya la liquidación del campo, regalándolo a cambio de nada a los agroexportadores, a los agro-explotadores, mientras que para hacerlo, ELLOS: NUESTRO ENEMIGO DE CLASE encarcela, mata y compra a granel gran cantidad de prensa en minifalda?
Cansados de una izquierda que en vez de levantar el puño sólo sabe separar el meñique de la tacita de café, nosotros, El Pueblo, todos y quienes cuando fueron necesarios se comportaron como mesnadas de las corruptas fuerzas armadas y se entregaron a la complicidad del genocidio ordenado desde una oficina del Pentágono, ¿sabremos ver en el espejo, entender cómo a favor de este nuestro pueblo tan sufrido, y tan manso y tan suicida, el mismo Marx es rebatido en su ironía, y la Realidad nos obsequia una segunda oportunidad: para tomar las calles y actuar en unidad de clase, y afrontar una movilización que A ELLOS los inhiba de sus robos, y exigir digna justicia, y enfrentar inteligentemente esta segunda escalada de la enfermedad atacándola por medio de la organización de base, y construir un marco de legalidad que no dependa de la agenda impuesta bajo el peso infinito de un sello dinosáurico sino que se construya a partir de asambleas populares en las que se habrá discutido cuáles deberes y derechos les son materialmente correspondientes y cuáles de ellos no aportarán conflicto ni usura a la Persona Colectiva sino que la enriquecerán igualitariamente?
Especial
¿Cómo la pandemia está afectando a pacientes que requieren un trasplante de órgano?

De acuerdo a cifras de EsSalud, en el Perú hay 7 mil personas en la lista de espera por un trasplante de órganos. Esta demanda es muy difícil de cumplir en una nación en la que apenas dos de cada millón de habitantes está registrado como donante de órganos. Las posibilidades se reducen todavía más en medio de una pandemia, en la que el sistema de salud del país prácticamente ha colapsado debido al rápido avance del coronavirus.
“Las listas de donación continúan igual a etapas anteriores al coronavirus. Sin embargo, ahora todos los protocolos están agregando la prueba molecular de detección del virus a los donantes. Esta pandemia definitivamente ha cambiado las cosas en la oferta, pero no en la demanda de donantes. La situación continúa siendo crítica”, advierte el Dr. Julio Valdivia, director de la carrera de Bioingeniería de UTEC.
Debido a ello, el personal médico debe tener mayores cuidados para detectar el virus en un potencial donante y también evaluar el riesgo y beneficio en el paciente a recibir el órgano, ya que este estará inmunosuprimido -como parte del proceso normal para recibir un órgano- e introducir una infección a su organismo podría ser mortal.
TECNOLOGÍA Y MEDICINA SE UNEN
Afortunadamente, hoy existe una tecnología capaz de aliviar esta situación: la impresión de tejidos. El Día Mundial del Trasplante de Órganos y Tejidos, que se conmemora cada 27 de febrero, es una ocasión ideal para recalcar cómo la tecnología se puede aplicar a las ciencias de la salud para resolver problemas tan complejos como este en un futuro cercano.
Si bien la impresión de órganos aún está lejos de poder ser utilizada como una respuesta a la demanda mundial de donantes, órganos impresos como riñones e hígados ya son utilizados para pruebas toxicológicas de fármacos o para analizar determinadas funciones específicas de mejor manera que en un modelo animal de investigación.
“En cambio, la impresión de tejidos menos complejos como córneas, tráqueas, piel, cartílago o hueso sí es una gran estrategia -que ha obtenido una respuesta positiva- que ya se está usando en varias partes del mundo. Todavía es costosa, especialmente por la infraestructura requerida, pero es muy prometedora”, afirma el especialista.
En el Perú, la única institución que hoy cuenta con una impresora 3D de tejidos es UTEC. El Departamento de Bioingeniería y el Centro de Investigación en Bioingeniería (BIO) tienen como línea de investigación fundamental la ingeniería de tejidos. En esa línea, sus proyectos están enfocados en la generación de piel, cartílago y hueso para ayudar a generar tejidos que puedan ser donados a pacientes con enfermedades que hayan causado la pérdida de estructuras importantes en articulaciones, huesos, o piel.
“En UTEC, buscamos generar nuevos biomateriales. El número de pacientes que se verían beneficiados con esta tecnología es muy grande, ya que involucraría todas las unidades de quemados, pacientes con enfermedades degenerativas de las articulaciones como la artritis reumatoide, pacientes que en accidentes o por enfermedad perdieron partes óseas o de cartílago. La tecnología tendría también aplicaciones en la medicina reconstructiva y estética”, finaliza el Dr. Valdivia.
Especial
Salud mental en tiempos de pandemia

En el Perú, cada 2 horas un niño o niña es abusada sexualmente. En el 2020 los feminicidios llegaron a 132 y los suicidios a 400, de los cuales 70 son menores de 18 años. Lo lamentable es que de cada 10 personas que necesitan atención especializada en salud mental solo dos logran acceso. La cuarentena y régimen de aislamiento por la emergencia tienen efectos lesivos en los niños, adolescentes, en el rendimiento escolar, socialización y su desenvolvimiento emocional.
El debilitamiento de las relaciones sociales entre los niños, adolescentes y los adultos, han ocasionado efectos psicológicos adversos en el núcleo familiar. Millones de hogares en Lima tienen viviendas en hacinamiento, sin servicios básicos, enfrentando el desempleo, e incluso conviven en violencia. Este último, desatando abuso sexual o feminicidios. Del mismo modo, la depresión, los síndromes ansiosos, el estrés, así como el “duelo retenido” por la muerte de 90 mil peruanos, son un iceberg que nos alerta del tamaño inmenso de las disfunciones del mundo afectivo, social y conductual. En cuanto a las personas viviendo con otras enfermedades como las esquizofrenias, psicosis y adicciones, han visto agravada su situación. Es por ello que, Juntos por el Perú (JP) considera imprescindible constituir hogares protegidos para personas con trastorno de salud mental. Nadie merece padecer abandono social.
Más Centros de Salud Mental Comunitarios-CSMC. JP propone un CSMC por cada distrito del país. Actualmente hay 155 CSMC, de un total de 1874 distritos. Los CSMC son espacios de recuperación, recreación, soporte y desarrollo de habilidades para una vida potenciada en sentimientos, emociones positivas, actitudes favorables y comportamientos saludables de nuestros niños, adolescentes, jóvenes y adultos.
Para extender los CSMC se requiere aliarnos a los municipios locales para proveer de infraestructura y financiamiento en profesionales y agentes comunitarios. El equipo profesional de la salud mental necesita no solo de psiquiatras y neurólogos, sino de psicólogos, sociólogos, antropólogos, trabajadoras sociales, educadores y agentes comunitarios para ser un equipo potente, interdisciplinario que implemente programas de desarrollo de habilidades sociales, toma de decisiones, resolución de conflictos, comunicación eficaz.
Mayor presupuesto para salud mental. La salud mental es un derecho fundamental y como tal requiere financiamiento público suficiente. 551 millones de soles de asignación para el 2021 no resuelven la demanda real, pues de cada 10 personas con necesidad de atención solo dos logran acceder a ella. Esa brecha debemos revertir constituyendo un fondo de financiamiento generado por un impuesto a los tragamonedas, centros de espectáculos, loterías y empresas del rubro de bebidas alcohólicas.
Modificación de la Ley N° 30947. Los psicólogos especializados en el diagnóstico de la salud mental deben ser reconocidos como tal, urge modificatoria a la Ley N° 30947 que los excluye de diagnosticar. Un psicólogo por colegio no es suficiente. Es crucial tener como mínimo tres psicólogos para que puedan atender inicial, primaria y secundaria.
Se tiene la Ley de Salud mental N° 30947 que declara de necesidad e interés nacional priorizar como política de estado el fortalecimiento y desarrollo de los servicios de promoción, prevención, tratamiento y recuperación de la salud mental de fecha 10 de febrero 2021, sin embargo, de los 10 mil 538 millones de soles de presupuesto 2021 en el Ministerio de salud, solo 555 millones es decir el 0.52% están dirigidos a la Salud mental. Eso es un saludo a la bandera.
Tener óptima salud mental significa haber desarrollado habilidades, actitudes y comportamientos sanos, estables. Capacidad de decidir en situaciones difíciles, gestionar sus emociones e inteligencia para el autocuidado personal, interpersonal y social. Fortaleza para afrontar situaciones de estrés y desarrollar su proyecto y plan de vida para alcanzar la plenitud.
Soy psicólogo, he vivido esta realidad de precariedad y necesidad nacional, he integrado un comando de lucha contra la Covid-19, y asumimos el compromiso de convertir la salud mental en derecho fundamental. Salud Mental para expandir nuestras capacidades, afirmar nuestra identidad y derechos transformándonos en personas capaces de reír, llorar, sobreponernos y luchar por una vida productiva con felicidad.
#JuntosPorLaSaludMental
Especial
Alfredo Torero y la lingüística

JOSÉ LUIS AYALA
Uno de los peruanos emblemáticos del siglo XX en el Perú, es sin duda Alfredo Augusto Torero Fernández de Córdova. Nació en Huacho el 10 de setiembre de 1930 y falleció el 19 de junio de 2004 en Valencia (España). Antropólogo y lingüista, es fundador de la Lingüística Andina por su artículo “Los dialectos quechuas”, publicado en 1964. Estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en la Universidad París IV. (La Sorbona, 1963-1965). Obtuvo el título de licenciado en Letras (1963) y luego de Doctor en Lingüística con la tesis “El puquina, tercera lengua general del Perú”. Trabajó como corresponsal de la Agencia France Press en Lima y París.
A su regreso al Perú, se incorporó a la docencia universitaria trabajando en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Agraria de la Molina. Mientras dictaba clases se dio tiempo para investigar idiomas que desaparecieron hace muchos años. Sin embargo, utilizó el método de la glotocronología para demostrar el parentesco de varias las lenguas originarias. No se trata solo de un investigador social que tenga una vasta producción, sino puntualmente referida a temas que no fueron antes tratados con adecuados instrumentos de análisis.
Con razón Gustavo Solís Fonseca dice: “La producción científica de Alfredo Torero no es realmente vasta, pero sí profunda y significativa para el conocimiento de nuestra realidad de lenguas, así como para el conocimiento de la formación histórica de la sociedad peruana. Torero no se preocupó por escribir libros; lo que él hacía con obsesión era investigar y luego dar a conocer mediante artículos los logros alcanzados. Todos sus artículos tienen seriedad y profundidad que inspiran respeto y confianza. Pues son sólidos en todos los aspectos. Torero ha publicado sólo tres libros. “El quechua y la historia social andina” (1974) y uno último que es un trabajo que recoge prácticamente toda su producción: ‘Idiomas de los Andes. Lingüística e historia”. (2002)
Antes que criterios cuantitativos (número de artículos y libros publicados), la producción científica de A. Torero, debe ser evaluada en términos cualitativos. La temática básica de su trabajo gira en torno a Lingüística e Historia, correlato que usa varias veces para llamar la atención sobre el sentido de sus aproximación científica”. 1
La glotocronología es un método de investigación académica cuyas conclusiones no siempre pueden ser precisas. Se trata del uso de un análisis dialéctico o técnica especial, para separar adecuadamente en el tiempo a dos lenguas que guardan un evidente parentesco. Teniendo en cuenta que cada mil años todas lenguas cambian, hay palabras básicas del vocabulario que son sustituidas por otras por razones sociales, políticas y económicas.
En opinión de Gustavo Solís Fonseca: “Torero puede ser considerado con justa razón como el fundador de la moderna Lingüística Andina; y de la Historia Lingüística Andina, disciplina que está en proceso de constitución con una metodología interdisciplinaria que apunta al tratamiento de corrección de un objeto doble de ciencia, del cual Toreo es fundador en nuestro medio, pues hace que la Lingüística y la Historia (Etnohistoria, si se quiere) sirvan para develar un tipo de realidad en el que lengua es un instrumento de ‘análisis de la experiencia’ de los seres humanos. Experiencia en este caso no es otra cosa que la historia humana específica de quienes hablan una lengua determinada. En contexto como el del Perú, la confluencia milenaria de vivencias culturales múltiples en la geografía y en el tiempo, una perspectiva como la de Torero se justifica plenamente por sus logros ampliamente demostrados, y validados desde otras disciplinas, como la arqueología, por decir lo menos. Es obvio que en esta perspectiva también la lingüística se beneficia cuando tiene que dar cuenta del hecho aparentemente simple de la diversidad de lenguas en determinados espacios”. 2
Y ahora permítasenos un testimonio: En 1969 viajé a París para gozar de una beca en el Instituto Internacional para el Desarrollo Armonizado, cuyo director era Paulo Freire. En Lima busqué a Ernesto More para que me recomendara a una persona que me ayudara a situarme. La carta estaba dirigida a Desireé Lieven. Fui a buscarla a su departamento de la rue de Beaux Arts en el Barrio Latino. Leyó la carta y dijo: “Primero vino un Carnero (Germán), luego un Torero (Alfredo), enseguida un Sirena (Pedro), hasta que se presentó un Naranjo (Reynaldo). Menos mal que te apellidas como el cronista. ¿Qué les pasa a los peruanos?”
Desirée Lieven tenía un gran fervor por Alfredo Torero. Durante todo el tiempo que vivió en París la visitaba acompañado de Julio Ramón Ribeyro. Una vez le pregunté por Torero. Desirée respondió: “Es una persona dulce, inteligente y a la vez sencilla. Uno de los pocos peruanos que no se jacta de saber lo que ha investigado. Conoce el Perú como pocas personas debido a sus lecturas y viajes. Hay que esperar mucho de él”.
1.-Alfredo Torero. Cuestiones de Lingüística e Historia andinas. Compilación Tomo I. Editor: Dr. Filomeno Zubieta Núñez. Gráfica imagen. Pág. 1. Huacho. 2011.
2.-Alfredo Torero. Cuestiones de Lingüística e Historia andinas. Compilación Tomo I. Editor: Dr. Filomeno Zubieta Núñez. Gráfica imagen. Pág. 2. Huacho. 2011.
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