Editorial
No por mucho madrugar…
No por mucho madrugar amanece más temprano, dice un viejo refrán harto conocido en nuestro medio, y que bien podría aplicarse a lo que ha ocurrido en varias regiones de nuestro país, después de que se relajaron las medidas de bioseguridad y que ahora tienen colapsado su sistema de salud. Según anunció el ministro de Defensa, Walter Martos, en estos momentos, con el incremento de contagios por el coronavirus (covid-19) en diversas partes del país, no es una prioridad la implementación de las actividades de la cuarta fase de reactivación económica, referidas a entretenimiento.
Le faltó manejo al Gobierno y quizá no debió dejarse presionar por un sector del empresariado que reclamaba el reinicio de las actividades productivas para evitar el cierre de negocios en determinados sectores. También, debió tenerse en cuenta que todo es una cadena y que si se autoriza, por ejemplo, reabrir talleres de confecciones, éstos no pueden operar si no funcionan otros servicios, como la venta de los insumos que requieren para su producción, el transporte para trasladar sus mercaderías, entre muchos otros.
Al autorizarse el inicio de los viajes interprovinciales, las empresas formales tuvieron que implementar una serie de medidas de bioseguridad que elevaron los costos, mientras que el transporte informal podía ofrecer precios menores, pero con un alto riesgo para los pasajeros. Finalmente, el control fue más difícil para las autoridades y como la necesidad de trasladarse a sus lugares de origen era grande, muchos optaron por el servicio menos seguro. Las consecuencias se están viendo ahora y el Gobierno ha tenido que suspender el transporte terrestre y aéreo a diez las regiones donde el número de casos va en aumento y por ello retornaron a la cuarentena.
Se trata de Madre de Dios, Áncash, Moquegua, Tacna, Cusco, Puno, Huancavelica, Cajamarca, Amazonas y Apurímac, las mismas que se suman a las que ya estaban en cuarentena: Arequipa, Ica, Junín, Huánuco y San Martín. Hablando en buen romance, todo lo avanzado en el tema del reinicio de las actividades económicas está sufriendo un retroceso. Ojalá que en lo sucesivo el Ejecutivo evalúe con más detenimiento las cosas antes de que se produzcan nuevos aumentos de casos de Covid-19. No hay que olvidar la dramática advertencia de que a fin de año la mitad de la población podría estar infectada.
Editorial
Elecciones el 11 de abril

Sobre el pedido del partido Somos Perú para aplazar la fecha de votación, del 11 de abril al 23 de mayo, la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, ha recordado que las elecciones ya están convocadas y ha informado que el Ejecutivo se ha reunido con los organismos electorales para ver el proceso y la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) ha adoptado siete protocolos para garantizar que la jornada electoral sea segura en términos de salud pública.
En realidad, la legislación no contempla una situación como la que estamos viviendo porque nadie podía imaginar una circunstancia como la de una pandemia de un virus tan agresivo y masivo como el Covid-19. El problema tendría que ser examinado desde un punto de vista más pragmático. ¿Retrasar 40 o 41 días las elecciones podría servir de algo? Tratándose del Perú, la respuesta es negativa, pues ni siquiera tenemos fecha exacta para la llegada de las vacunas, que sería lo único que podría dar mayor seguridad a la ciudadanía que acudirá a expresar su voluntad en las urnas.
Sin embargo, se requiere de la aplicación rigurosa de esos protocolos de bioseguridad que, por suerte, ya han sido aprobados y que las autoridades electorales están obligadas a exigir que se cumplan porque de ello depende la salud de buena parte de la población. De otro lado, la ciudadanía debe colaborar usando correctamente la mascarilla al salir a la calle y el protector facial al abordar las unidades del transporte público de pasajeros. Además, hay que recordar que también debemos lavarnos frecuentemente las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Por último, mantener la distancia física entre persona y persona.
Estas medidas de bioseguridad serán las únicas que nos permitirán estar seguros en la calle y otros lugares. No crean que las vacunas con mágicas, pues luego de la primera dosis hay que esperar 21 días antes de recibir la segunda dosis, pues de lo contrario la vacuna no funcionará. Como vemos, una postergación tan corta no serviría de nada, y por último, el presidente está facultado a convocar los comicios, pero no a postergarlos, según ha recordado el politólogo Fernando Tuesta Soldevilla.
Editorial
Urgen los protocolos

Parece que el papel de bombero les encanta a algunos funcionarios del Gobierno, quienes hace rato que debieron haberse puesto las pilas para no hacerle “patinar” al presidente Francisco Sagasti, pues recién ayer anunció el mandatarios que “dentro de poco saldrá un conjunto de protocolos sanitarios que guiarán la campaña electoral”. La verdad es que a estas alturas del partido ya se debería contar con todos esos protocolos para que los organismos encargados, como son el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) puedan realizar su tarea.
El anuncio del jefe de Estado parecería más bien obligado por algunas voces que pedían postergar las elecciones ante el alarmante incremento de los casos de Covid-19. Naturalmente que tal pedido no tiene pies ni cabeza, mucho menos en un país como el Perú. Quizá en Europa o en cualquier nación del primer mundo resulte conveniente suspender por un par de meses las elecciones mientras se vacuna a millones de personas. No obstante, en estas latitudes las cosas no funcionan así, pues en un par de meses lo único que podría ocurrir es que tengamos muchos más casos positivos.
No es broma, si no veamos lo que está pasando en la Reniec, donde en los últimos días se ven interminables colas de ciudadanos que pugnan por renovar su Documento Nacional de Identidad (DNI) vencido, a pesar que desde el 24 de diciembre se ha comunicado que los DNI continúan vigentes. Sin embargo, los titulares de esos documentos insistían hasta ayer en renovarlos. Mejor sería que la Reniec suspenda dicho trámite hasta junio para evitar el incremento de los contagios por el virus del Covid-19.
Pedirles a los ciudadanos que realicen el trámite por internet, previo pago en el Banco de la Nación también resulta inútil porque la página web del Reniec colapsaría con la cantidad de solicitudes y la gente volvería a hacer colas por considerarla única opción viable. En fin, al parecer no hemos aprendido nada durante la primera ola de la pandemia, pues de otra manera las autoridades ya tendrían lo protocolos que garanticen la buena marcha de las elecciones generales del 11 de abril próximo. ¿Será que piensan hacerlo el día del juicio final, por la tardecita?
Editorial
Ahora debemos cuidarnos solos

La jefa del Gabinete Ministerial, Violeta Bermúdez, ha dicho que por el momento no se ha considerado el confinamiento de la población como medida frente a la pandemia de la covid-19. Eso no quiere decir que esté descartado, sino que depende de todos los ciudadanos. Ha hecho referencia a que el Gobierno evalúa permanentemente la evolución de la enfermedad y las decisiones que se adoptan buscan un balance entre la salud y economía de las personas. De esas declaraciones se desprende que la situación que vivimos ahora puede variar más adelante.
“Esperamos no llegar a una situación extrema que obligue a tomar medidas más severas”, ha dicho la jefa del Gabinete, pero eso depende más que nada del comportamiento de la ciudadanía. Hoy más que nunca hay que acatar todas las medidas de bioseguridad y debemos cuidarnos porque al hacerlo estamos cuidando a nuestras familias y las demás personas. Hemos visto cómo los focos de contagio se están trasladando, por ejemplo, de los mercados al transporte público de pasajeros. Los cobradores de las combis no solo que desacatan el uso de protectores faciales sino que no usan correctamente la mascarilla y hasta se la quitan a la hora de llamar pasajeros.
Mientras eso ocurre en el transporte público, voceros de las clínicas privadas anunciaron que las camas UCI en esos nosocomios están copadas de pacientes Covid-19. Las autoridades del Gobierno, por su parte, han alertado que para Lima y Callao solo quedan 4 camas UCI disponibles. Los especialistas, han aclarado que tener solo cuatro camas disponibles es no tener nada porque en los hospitales del Ministerio de Salud hay decenas hay decenas de pacientes en lista de espera por una cama UCI.
Peor es el caso de Huancayo, donde está aumentando el número de personas fallecidas en sus casas; es decir que los hospitales están colapsados y hay casos en los que los pacientes tienen que esperar sentados en sillas. Por el momento, el Gobierno considera que puede manejar esta situación sin recurrir al confinamiento, pero no hay que bajar la guardia. Eso implica no salir de casa sin usar correctamente la mascarilla y de hacer uso del transporte público llevar protector facial. Lavarse constantemente las manos con abundante agua y jabón, y a falta de estos recursos desinfectarse con alcohol en gel o el de 70 grados. Pero sobre todo, no estar en ambientes cerrados ni donde haya aglomeraciones. Ha llegado el momento de cuidarnos solos.
-
Políticahace 2 días
Urresti quiere llevar al Congreso a 14 sentenciados
-
Actualidadhace 2 días
Caral bajo amenaza de ser destruida debido a invasiones
-
Políticahace 2 días
El Gobierno le corre a la cuarentena
-
Economíahace 2 días
Ventas retail serían 55% del nivel prepandemia
-
Especialhace 2 días
El indulto como oferta en la campaña electoral 2021
-
Paladareshace 2 días
Dominando la magia del cilindro
-
Ciencia y tecnologíahace 2 días
China lanzará su primera sonda solar en 2022
-
Deporteshace 2 días
Quiere a Neymar y Mbappé