Economía
Inversión en carreteras se incrementó 135%
EN OCTUBRE SUMÓ 20.2 MILLONES DE DÓLARES
En octubre del presente año, las inversiones ejecutadas en infraestructura vial sumaron 20.2 millones de dólares, lo cual representó un crecimiento del 135% en comparación con lo registrado en similar periodo del 2019, informó el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán).
En este caso destacó la ejecución de obras por 16.5 millones de dólares en la carretera Longitudinal de la Sierra Tramo 2: Ciudad de Dios-Cajamarca-Chiple, Cajamarca-Trujillo y DV Chilete-Emp. PE – 3N.
Sin embargo, en octubre las inversiones en terminales portuarios sumaron 9 millones de dólares, lo que representó una disminución de 60%, mientras que en ferrocarriles y líneas de metro alcanzaron los 9.6 millones de dólares, monto inferior en 59% respecto a igual mes del año pasado.
Agregó que las inversiones ejecutadas y valorizadas en las infraestructuras de transporte de uso público supervisadas en octubre sumaron 39 millones de dólares, monto inferior en 29% en comparación con las realizadas en similar periodo del año previo.
AVANCE EN CONCESIONES
Detalló, asimismo, que las inversiones en infraestructura de transporte de uso público supervisadas por el ente regulador, desde el inicio de los contratos de concesión hasta octubre del 2020, sumaron 9,059 millones de dólares, lo que representó el 55.34% del total de compromisos de inversión de las empresas concesionarias.
Considerando el nivel de avance, es decir las inversiones reconocidas y valorizadas desde el inicio de los contratos de concesión hasta octubre de este año versus las inversiones comprometidas en los contratos de concesión, las carreteras registran el mayor nivel con un 87.21%, le siguieron terminales portuarios (59.06%), ferrocarriles y líneas de metro (43.09%) y aeropuertos (21.54%).
Cabe mencionar que el Ositrán supervisa 32 contratos de concesión en infraestructura de transporte de uso público: 16 contratos de carreteras, 8 de terminales portuarios, 4 de vías férreas y sistemas eléctricos de transporte masivo, 3 de aeropuertos y uno de hidrovía.
INVERSIÓN PÚBLICA
De otro lado, el Ministerio de Economía y Finanzas previó que la inversión pública crecería 18.7% en noviembre, en comparación al nivel registrado en el onceavo mes del 2019 (3,024 millones 383,193 soles).
La inversión pública en octubre mostró un resultado positivo con un avance de 6.6% y en noviembre preliminarmente creemos que subirá casi 19%. Entonces, en resumen, la figura es que estamos saliendo lentamente (del hoyo), indicó.
Cabe precisar que en lo que va del noviembre la inversión pública alcanza los 1,989 millones 661,717 soles, impulsado por los gobiernos locales (1,073 millones 694,122 soles) y seguido del Gobierno Nacional (574 millones 136,512 soles) y los gobiernos regionales (341 millones 831,083 soles).
ALGO MÁS
En mayo y junio de este año, la inversión pública cayó en más de 70%, y eso explica, en parte, las caídas historias del Producto Bruto Interno del segundo trimestre del año, según el MEF.
Economía
Futuro del trabajo: habilidades y desafíos para la educación universitaria

Germán Alarco
Profesor de la Universidad del Pacífico
Los impactos de los cambios tecnológicos en curso, la crisis económica y las respuestas ante la pandemia del covid-19 son significativamente graves para el empleo y la ocupación a nivel internacional. Hay elementos positivos en estas variables, pero el balance neto pareciera ser negativo, más aún en economías de menor desarrollo como la peruana y que han soslayado los temas de la ciencia, tecnología e innovación.
No podemos cruzarnos de brazos esperando que la ola tecnológica destruya más puestos de trabajo en un horizonte de mediano plazo, ni pensar erróneamente que desregulando y precarizando el mercado de trabajo nacional las empresas van a contratar más trabajadores. Al ser una economía dependiente importamos las tecnologías ahorradoras de mano de obra, aun cuando el costo de un trabajador puede ser aquí menor al de los estándares internacionales.
El título de esta nota refleja el contenido de un estudio que acaban de terminar las doctoras chilenas P. Aceituno y W. Shih del Consejo Chileno de Prospectiva y Estrategia. Ellas aportan una visión balanceada anotando los riesgos, las nuevas necesidades del mercado laboral, los desafíos para el sistema universitario y las oportunidades que se pueden abrir si las impulsamos y aprovechamos a tiempo.
CONTENIDO DEL DOCUMENTO
Se presentan algunas investigaciones relativas al futuro del trabajo realizadas por organismos internacionales y nacionales, las que dan cuenta del surgimiento de una serie de cambios en la demanda de perfiles profesionales en lo laboral, entre los que se destaca la necesidad de incluir ciertas habilidades en la formación general.
Adicionalmente, a partir del análisis del último informe del Foro Económico Mundial (2020), en el que presentan nuevas categorías y profesiones del futuro, observan como algunas habilidades allí expuestas emergen como características transversales a una serie de profesiones futuras. Es importante señalar que este ensayo representa solo una pequeña mirada hacia el futuro del trabajo, puesto que la dinámica y vertiginosa producción de informes relativos a esta materia implica desafíos mayores que exceden la intensión y profundidad del estudio.
UNA NUEVA PLANIFICACIÓN
Las autoras plantean que una visión actual de la planificación debe ir más allá del mero cumplimiento de una misión o visión estática, pensada y liderada por una reducida plana directiva, para abrirse a la discusión, ideas y consenso de quienes dejaron de ser vistos como recurso humano y pasaron a ser colaboradores de cualquier organización.
Lo anterior indica qué para alcanzar una gestión y resultados viables, más aún cuando hay un cambio de paradigma, se debe incluir a quienes habitan el sistema, tanto en el diseño como en la responsabilidad de su implantación. Asimismo, tratar de bajar los niveles de incertidumbre a través del diseño del futuro se ha transformado en un requisito para la toma de decisiones, lo que puede implicar, por una parte, acudir a ejercicios de prospectiva institucionales y, por otra, sumar análisis y reportes externos que den cuenta de algunas ideas sobre el comportamiento futuro de variables específicas que puedan ser de interés.
VISIÓN INTERNACIONAL
El documento parte señalando que los cambios provocados por la tecnología en los últimos 30 años han significado que muchos empleos de ingreso medio hayan sido reemplazados debido a las tareas rutinarias que comprendían. Así, se ha ampliado la polarización de los trabajos conocidos como empleos miserables y estupendos que tienen en común que los trabajadores de ambos extremos realizan tareas no rutinarias.
Por otra parte, se espera que el avance de la inteligencia artificial (IA) sustituya no solo las tareas rutinarias sino también todas aquellas actividades que puedan ser definidas mediante códigos y algoritmos. Asimismo, estas aumentarían a medida que los costos de los robots disminuyan, la tecnología avance y sea posible recopilar cantidad suficiente de datos para el reconocimiento de patrones de comportamiento.
Como están las cosas, hasta ahora se han señalado tres categorías que parecen más difíciles de automatizar y que se concentran, en términos generales, en torno a: tareas de percepción y manipulación, tareas de inteligencia creativa y tareas de inteligencia social. Pero, incluso en estos ámbitos, la IA va logrando rápidos avances y pareciera que los límites al reemplazo dependerán finalmente de los términos autoimpuestos por la humanidad. Como lo anterior aún no está claro, se están discutiendo nuevas formas para el soporte de la economía humana que van desde los impuestos a los robots a un ingreso básico universal.
IMPACTOS EN CHILE
Las autoras reportan un conjunto de estudios chilenos similares a lo que se han llevado a cabo a nivel internacional para determinar la probabilidad de automatización de las actividades laborales. Desafortunadamente en el Perú todavía no se han llevado a cabo estudios con el mismo propósito; aunque hace unas semanas atrás reseñamos algunos resultados para nuestro país a partir de un documento de la Cepal (2020).
Por ejemplo, Nedelkoska y Quintini (2018) reportan una probabilidad de automatización de un 52%, mientras Manyika et al. (2017) estiman un 49%, y el informe presentado por los mismos autores citados del Caples de la Universidad Católica indica que el promedio de automatización para nuestro país correspondería al 42.2% de los empleos, lo que se presentaría con mayor o menor incidencia de acuerdo con parámetros definidos, tales como el nivel de complejidad, sexo, industria y quintiles.
OPORTUNIDADES LABORALES
Por el lado de lo positivo, en el documento retoman el reporte del Foro Económico Mundial (2020) sobre el tema. Allí se presenta una interesante propuesta en que se configuran 96 nuevas profesiones bajo 7 áreas: cuidado y salud; IA; ingeniería/computación en la nube; desarrollo de productos; ventas-marketing y contenido; gente y cultura; y economía verde (ver cuadro 1).
Estos grandes campos se encuentran directamente relacionados con el avance de la tecnología; sin embargo, en el documento original se hace referencia, además, a las habilidades que se requieren para cada una de esas categorías.
NECESIDADES DEL FUTURO
El mundo cambia y con ello también lo deben hacer las universidades. Las autoras señalan que, si bien el futuro de la educación estaría delineado sobre la gestión de la información para convertirla en algo útil desde diferentes vertientes, los cambios tecnológicos esperados no solo requerirán de conocimiento, sino también de una serie de habilidades que hasta hoy no son consideradas naturalmente como parte de la formación profesional.
Una serie de habilidades humanas tomarán protagonismo en la formación profesional, habilidades como la creatividad, originalidad, iniciativa, pensamiento crítico, persuasión, negociación, atención al detalle, resiliencia, flexibilidad, resolución de problemas complejos, liderazgo e influencia social, aumentarán su valor a futuro.
Así también, la necesidad de habilidades que emergen de los diferentes análisis sobre el futuro del trabajo, como la capacidad de abstracción, la resolución de problemas complejos y las socioemocionales como la inteligencia emocional, el aprendizaje proactivo, la escucha activa, la adaptabilidad y la comunicación, son áreas estratégicas que complementarán ese futuro laboral, a pesar de que algunas de ellas sean difíciles de enseñar.
Por tanto, se espera que las personas tengan la capacidad de adquirir una mezcla de habilidades socioemocionales, cognitivas y tecnológicas que les permitan hacer la transición a un contexto profesional más dinámico. De esta forma se considerará dentro de las competencias básicas el aprendizaje como una tarea continua, durante toda la vida activa laboralmente, a pesar de que cada día sea más difusa la línea que divide los ingresos y los niveles de estudios.
CAMBIOS EN MÉTODOS
En el estudio se señala que la tecnología ha transformado la forma en que las organizaciones entregan la educación. Se anota que el aprendizaje en línea ofrece nuevas oportunidades tanto para estudiantes como para educadores ya que no está limitada a un tiempo y espacio fijos, sino que más bien se crea un espacio de aprendizaje virtual que rompe esta delimitación. Asimismo, con la pandemia varios países han acelerado la transición de la educación al aprendizaje en línea.
Las autoras creen que con la tecnología los profesores pueden ofrecer presentaciones atractivas e interactivas que atraen la atención de los estudiantes. Por ejemplo, las plataformas de colaboración basadas en chat permiten a usuarios de todo el mundo participar en el proceso educativo. Además, los profesores pueden hacer que expertos se unan a la discusión en línea y hablar directamente con los estudiantes. La tecnología de la IA puede aprender cómo un estudiante interactúa con el conocimiento y analizar las necesidades de un individuo o de toda la clase.
DESAFÍOS PARA LAS UNIVERSIDADES
Las investigadoras recuerdan que la universidad ha sido considerada como un gran hito de la civilización occidental. Hoy se pueden encontrar universidades online, presenciales, profesionalizantes, enfocadas en la investigación y más actualmente bajo un modelo híbrido de educación. Hasta antes de la pandemia, algunos desafíos ya eran planteados en torno a la idea de la universidad del siglo XXI.
Son numerosas las brechas que se discutían antes de la pandemia: las diferencias entre la oferta educativa y las demandas de la sociedad y el mercado, la falta de movilidad del profesorado, la reducción del financiamiento, la reeducación de claustros, la interdisciplina como necesidad pendiente, la pérdida del rol de las humanidades para formar ciudadanos críticos, el cuestionamiento de los valores transmitidos, su finalidad y medios, su calidad, su politización partidaria, su utilización como refugio de políticos mientras vuelven al poder, su autonomía, su rol en la disminución de desigualdades, el error de entregar conocimiento con enfoques esencialmente nacionales que afecta la visión global y compleja, la igualdad de género, la inclusión social y la transferencia de conocimiento con mayor impacto social, entre otros varios elementos.
Se señala que desafortunadamente la actividad académica ha resultado ser una actividad escasamente considerada en los informes sobre el futuro del trabajo. La atención se dirige más a la validación de los actuales parámetros de exigencia: la capacidad emprendedora del académico, de vinculación con los medios y/o gestión de redes internacionales, entre otros.
NUEVAS HABILIDADES Y CONOCIMIENTOS
La visión tradicional parece estrecha respecto del universo de las habilidades, el avance de la tecnología y, por tanto, la experiencia y el conocimiento, lo que cuestiona la separación entre la educación centrada en habilidades y el conocimiento. La nueva combinación habilidad/conocimiento que se ha venido gestando sigue dando señales de flexibilidad, por ejemplo, con respecto a la necesidad de incluir nuevos perfiles para la docencia universitaria. No hay un solo perfil adecuado ya que ha de considerarse otras áreas que eran escasamente valoradas tales como las habilidades socioemocionales, el manejo del estrés, la habilidad para influir o negociar.
Medir las habilidades emocionales es un desafío mayor y que llama a repensar el camino establecido. Lo mismo en relación con las nuevas alternativas de certificaciones, como son los MicroBachelors, MicroMasters o nanogrados, que se diseñan para adultos que buscan progresar en su carrera y que han sido creados por las universidades e influenciados por compañías líderes en distintas industrias; u otras orientadas a una capacitación puntual para que las personas puedan ejercer un rol específico.
Las autoras terminan señalando que se debe avanzar con respuestas a un ritmo más activo. El futuro de las universidades depende de cuán abiertas se mantengan al cambio.
DATO 1
La preocupación no debiese ir principalmente por cuántos empleos se perderán o si una profesión específica se volverá innecesaria. Más bien, se debería entender el futuro como un campo abierto para posibilidades, experiencias y oportunidades.
Economía
Principales economías crecerán más de 3%

Las principales economías de América Latina se expandirán más del 3% al cierre del presente ejercicio, proyectó el vicepresidente del Grupo Moody’s Investors Service, Jaime Reusche.
“Sin embargo, la producción se mantendrá por debajo de los niveles prepandémicos después de contraerse en más del 5% en el 2020, refirió en el Moody´s 2021 Latin America Outlook.
Entonces, se prevé una recuperación económica después de shock, pero la producción seguirá por debajo de 2019 hasta al menos 2022, sostuvo.
En otro momento, señaló que el impacto macroeconómico de la pandemia ha provocado un aumento de las tasas de pobreza y la desigualdad, revirtiendo gran parte del progreso social logrado en los años anteriores.
En el caso de Perú, Reusche dijo que estará favorecido por un aumento en el precio de las materias primas (commodities).
No obstante, precisa que ese efecto se observará primero, en las exportaciones y luego, en las inversiones.
“Esos mejores precios impulsarán nuevas inversiones en los sectores extractivos relacionados con los commodities, sin embargo, por la cercanía de las elecciones muchas compañías estarán a la espera de que se resuelva ese tema”, acotó el economista.
Economía
La agricultura familiar es sostén de mercados

La agricultura familiar viene sosteniendo el abastecimiento de alimentos para los mercados y en consecuencia, de los hogares peruanos, durante emergencia sanitaria dispuesta por la pandemia del coronavirus, destacó el ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Federico Tenorio.
“Nuestro principal objetivo como Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), es la implementación de acciones para lograr una inversión eficiente y la prestación de mejores servicios al pequeño productor, porque nuestra prioridad es la atención a la agricultura familiar”, subrayó.
Según el Midagri, el abastecimiento de alimentos a los mercados mayoristas de Lima durante el 2020 superó los 3.7 millones de toneladas, cifra superior en 1.3% en comparación a lo registrado en el 2019, pese a los impactos de la pandemia del nuevo coronavirus.
MERCADOS MAYORISTAS
Este buen comportamiento tuvo un impacto positivo en las cifras de suministro a los mercados mayoristas de Lima Metropolitana (Gran Mercado Mayorista de Lima, Mercado N° 02 de Frutas y Mercado de Productores de Santa Anita), siendo la agricultura familiar la principal fuente abastecedora de productos.
Según cifras del IV Censo Nacional Agropecuario (Cenagro), la agricultura familiar en nuestro país llega a generar cerca del 80% de los productos alimenticios que se consumen en el mercado nacional a través de los principales centros de abastos de Lima y las ciudades del interior del país.
En el primer semestre de 2020, durante el mayor rigor de la cuarentena, los volúmenes de abastecimiento se comportaron de manera normal, creciendo en 0.8% en ese periodo, y luego acelerando su ritmo de producción en el segundo semestre (2%), coincidiendo con la apertura de las fases de reactivación económica.
PRECIOS ESTABLES
Del mismo modo, detalló que la mayor oferta de productos de primera necesidad a los principales mercados de abastos de Lima Metropolitana, ha permitido mantener los precios estables a lo largo del 2020 y al alcance del bolsillo de los consumidores.
El índice de precios al consumidor de alimentos y bebidas de Lima Metropolitana del INEI durante el 2020 acumuló una tasa de aumento de 1.9%, cifra similar a la inflación de alimentos registrada en el 2019. Este resultado está por debajo de la cifra de 2016, cuando los precios de alimentos llegaron a un máximo de 4.2%.
Cabe recordar, que durante el periodo de cuarentena obligatoria, el Midagri puso en marcha los mercados itinerantes de la “Chacra a la Olla”, que permitieron un contacto directo entre productores y consumidores para la comercialización de sus productos.
DATO 1
La venta de estos productos generó 44.5 millones de soles en ingresos para los productores agropecuarios, quienes participaron activamente de los mercados Midagri, cuya actividad fue organizada por el programa Agro Rural del ministerio en los 24 departamentos del país.
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