
El Pleno admitió a debate la moción de vacancia contra el presidente Castillo, que tendrá que ejercer su defensa ante el Parlamento el 7 de diciembre.
Oídos sordos. A pesar de las exhortación de la Misión de la OEA para lograr una tregua política entre los poderes del Estado, el Congreso decidió una vez más continuar apostando al desgaste del Ejecutivo y a la consecuente ingobernabilidad que tanto viene perjudicando al país.
Con 73 votos a favor, 32 en contra y 6 abstenciones. fue admitida la moción de vacancia presidencial por “incapacidad moral permanente” contra el presidente Pedro Castillo.
Tras aprobar la admisión de la moción vacadora, los congresistas aprobaron adelantar la fecha de presentación del jefe de Estado, inicialmente planteada para el 12 de diciembre, pero ahora fijada para el próximo miércoles 7, desde las 3:00 p.m.
Como se recuerda, este es el tercer intento del Congreso para derrocar a Castillo mediante la cuestionada figura de la vacancia por incapacidad moral permanente, que a criterio de diversos constitucionalistas en realidad está diseñada para situaciones de “incapacidad mental permanente”, pero que ante el rehúsamiento del Tribunal Constitucional a regular esta figura, el Congreso la ha venido interpretando a su antojo y conveniencia. Algo que no puede dejar de mencionarse al respecto es la gran paradoja de que una institución con diversos de sus integrantes investigados por el Ministerio Público, incluyendo un acusado de violación sexual, se plantee con total desparpajo como una suerte de tribunal de la moral.
SUSTENTACIÓN FUE MÁS DE LO MISMO
En la sustentación de la moción, el congresista Edward Málaga refirió como argumentos las investigaciones fiscales contra el mandatario, el “copamiento” estatal mediante la designación de altos funcionarios, y supuestas “manifestaciones de inmoralidad” como el caso del presunto plagio académico del que se acusó a la pareja presidencial, así como la captación de los congresistas sindicados como Los Niños a cambio de designaciones en el Ejecutivo.
Al respecto, la congresista de Perú Libre, Francis Paredes, cuestionó que “algunos congresistas” inviertan tiempo y recursos para presentar “leguleyadas jurídicas sin asidero legal”. En esa línea, le recordó a Málaga que de acuerdo a la Constitución, para ser ministro de Estado se requiere solo ser peruano de nacimiento y tener al menos 25 años de edad, por lo que no existe clientelismo en tanto las designaciones en el Ejecutivo realizadas por el jefe de Estado han sido de acuerdo a ley.
Su colega de bancada, Pasión Dávila, agregó sobre el pretendido desmantelamiento de la administración pública y el copamiento con la designación de gabinetes son en realidad actos propios del gobierno.
Otro perulibrista, Alex Flores, consideró que la tercera moción de vacancia contra Castillo no aporta elementos nuevos respecto a las otras dos mociones ya descartadas. “Lamentablemente en pleno siglo 21 el trasfondo es el puro odio de raza y clase, al carecer de fundamento jurídico y político me opongo a esta moción de vacancia. Defendemos la figura presidencial no como una persona sino como una institución que ha recibido el respaldo legítimo de la voluntad popular”, dijo.
Además, añadió que “la democracia parlamentaria no se puede basar solo en fuerza bruta de los votos”, sino en la legalidad, legitimidad y justicia. “Hoy obtendrán una victoria pírrica, porque al final no será aprobada esta moción de vacancia, el pueblo los juzgará”, expresó.
A su turno, la legisladora de Cambio Democrático, Ruth Luque, consideró que la moción de vacancia se suma a la lógica de boicot del Congreso, expresada en el sabotaje a la política internacional del Gobierno. “Esta vacancia no va a contribuir absolutamente a nada, estamos cansados de que se busque a toda costa destruir la democracia, que se busque un final de caos y casi anarquía”.
Desde el bloque golpista, los argumentos pasaban por una lógica de ver quién hace el mayor daño primero, tal como plantearon los congresistas Jorge Montoya y Roberto Chiabra, o por la pretensión de interpretar las imputaciones de la Fiscalía contra Castillo como actos ya probados y que merecen ser sancionados por un Congreso con rabo de paja si de investigaciones fiscales se trata.
Otro detalle que merece mencionarse es la terrible paradoja de los congresistas vacadores, que se ufanaban de que la Misión de la OEA no encontró ninguna razón que acredite un golpe de Estado en marcha, mientras vociferaban a favor de tirarse abajo a un gobierno elegido democráticamente.
EL JUEGO DE WALDEMAR
Finalmente, a pesar del desgaste que estos intentos generan no solo en el Ejecutivo sino en la ciudadanía, las bancadas golpistas lograron sumar 73 votos a favor. Votación a la que se sumaron los congresistas de Perú Libre, Waldemar Cerrón, Margot Palacios, Flavio Cruz y Abel Reyes. Una sorpresa, si recuerda que la bancada perulibrista tiene a dos de sus representantes en el gabinete ministerial: Silvana Robles en Cultura y Kelly Portalatino en Salud.
En el caso particular del secretario de ideología de Perú Libre, Waldemar Cerrón, hay que recordar que esta no es la primera vez en que suma sus votos a las causas de la ultraderecha, entre las que se cuenta el blindaje a Manuel Merino y a la expresidenta del Congreso, María del Carmen Alva, con abrazo incluido.