El mensaje de Humala y la Amazonía

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    En el último mensaje a la Nación del presidente Humala, criticado duramente por su triunfalismo y sus graves omisiones y la ausencia de una visión de Estado y de Nación de mediano y largo horizonte, el espacio geopolítico, geoeconómico e hidropolítico posiblemente más importante del país en el siglo XXI que es la Amazonía aparece solo con dos breves referencias: el Plan Selva del Ministerio de Educación y los “éxitos” de la política antidrogas en el Vraem. Pero seguimos siendo el mayor productor mundial de cocaína.

    Los gravísimos problemas que enfrenta en este momento la región amazónica y sus posibles soluciones no merecieron la atención ni el interés del Mandatario.

    El desastre ambiental ocasionado por el extractivismo petrolero, gasífero, la minería aurífera, el narcotráfico, la masiva deforestación del bosque y las tablas de salvación que requieren la economía de Loreto y otras regiones de la Amazonía pasaron al olvido ante la farragosa enumeración de cifras y datos sobre los programas sociales sin duda necesarios, pero que requieren un urgente diagnóstico, monitoreo y revisión para saber si las cifras de sus logros son reales en la magnitud en que son presentados.

    La economía de Loreto está colapsada. Con la caída del precio internacional del petróleo a 50 dólares el barril, el canon petrolero de Loreto ha caído en 54.4 por ciento en el primer trimestre de este.

    Como el presupuesto público está petrolizado, las inversiones del Gobierno Regional de Loreto, de las Municipalidades, de la Universidad Nacional de la Amazonía y del Instituto de Investigaciones de la Amazonía están paralizadas.

    Pero no solo la inversión pública sufre el impacto de la caída de la renta petrolera, sino las múltiples actividades conexas: el transporte fluvial y terrestre, la agricultura y el comercio, con las consecuencias previsibles: más desocupación, pobreza, prostitución y violencia.

    Esta crisis hace recordar la caída del precio del caucho en el siglo XIX y principios del XX: la extrema vulnerabilidad de una economía primario-exportadora y de la monoexportación.

    Como nunca aprendemos la lección, Humala y sus aliados de la Confiep, los empresarios rentistas y extractivistas de la Amazonía, las multinacionales, siguen empeñados en consolidar una economía primaria-exportadora, inviable en la darwiniana economía global del siglo XXI.

    Y como si esto no fuera suficiente, prosigue sin pausa el proceso de recentralización económica y política del país.

    Sobre estos y otros problemas solo hubo silencio en el discurso del presidente Ollanta Humala.

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